viernes, 17 de octubre de 2008

Reconocerse,
descubrirse,

Aceptar los propios miedos,
valorar las experiencias pasadas
pero entendiendolas como pasadas,
y no como condicionantes de
nuestro futuro.

Despachar las preocupaciones
y dar rienda libre a la propia mente.

Emprender el camino con una vision positiva
sin esquivar los charcos de la ruta.
Saltar al vacio, tomar riesgos.

Entender que todo depende de uno mismo,
es nuestra propia voluntad
lo que moviliza el cambio
y no esta mal la sensacion de temor.
Lo desconocido siempre la produce.

El sabor amargo del fracaso
o de la derrota no se olvidan.
Pero no pueden frenar nuestro progreso.,
el placer de la victoria
y el regocijo del que se siente pleno ha de ser
nuestro mayor incentivo al andar,
como la zanahoria que guia
al burro por la montaña.

Yo HOY,
por mi, por VOS,
POR EL...
...por ellos...

me aferro a esa ilusion
y comienzo a transitar mi nuevo destino.

El final...
...como siempre es incierto,
solo me queda esta vaga certeza
de que alla delante
en el horizonte
todos me esperan en el puerto

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